No somos polvo, somos agua, de ahí vinimos y nuestra esencia líquida será desparramada en incontables panzas minúsculas, en alimento de fauna cadavérica, en vapores, en gases en secreciones finales que le deberán su sequedad a esta pérdida final de cohesión acuática.
Somos ese litro y medio de saliva diario
Esa decena de centilitros de lágrimas semanales
El contenido de nuestras 3 millones de glándulas sudoríparas
Los 39.000 litros de orina
A veces no sabemos sentir cómo cambiamos de estado, no sabemos sentir cómo el agua nos templa como espadas antiguas recién forjadas, como inmisericordes aceros toledanos listos para decapitar moros en batalla.
Fui un buen profesional toda mi vida. Una familia promedio: tres hijas; un ingreso promedio: lo suficiente; una casa promedio: cuatro habitaciones, sala, comedor, 3 baños, uno abajo y dos arriba, una linda cocina, un patio, siempre un par de mascotas; nunca gatos con aves, a veces perros con gatos.
El 80% de la gente no sabe que el agua es nuestra principal fuente de alimento, los animales nunca lo dudan.
El 71% de la superficie de la tierra está cubierta de agua.
El 75% del cuerpo humano es agua
El 95% de una lechuga es agua
El 97% de una medusa también lo es.
Dos moléculas de hidrógeno y una de oxígeno constituyen el agua, y el hidrógeno es el elemento más común del universo, nada más parte del cosmos, nada más esencial.
Somos seres de agua , anfibios expulsados, antes peces, diminutas proteínas sintetizadas en el mar mucho antes de todo eso. Dios es agua y el llanto de mi familia también lo será. Las lágrimas de mis hijas se harán sal al llegar al piso de madera. Mi esposa hidratará mis mejillas antes de entregarme al suelo.
Qué hermoso estar conectados ahora, a la única que aun le puedo ganar nadando es a mi mujer. En verdad me he puesto viejo sin darme cuenta.
Alejandro González Romero
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