la jarra seca,
las tazas olvidadas.
Sobre el panero, un duro pedazo de pan,
la cocina con telarañas,
ninguna gota que cuelgue del grifo.
Las sillas solo con polvo encima,
los platos inmóviles,
los cubiertos durmiendo en la oscuridad de las gavetas.
Pero tocas a la puerta
y cuando entras:
salta espantada la oscuridad,
se llenan los floreros,
se destapa el techo y alumbra el sol como un farol.
El comedor huele a guayaba,
a pan recién horneado,
a café destilado.
Pero hoy, dijiste que no vendrías.
Trozz
1 comentario:
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ATTE Louk
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